jueves, 24 de julio de 2014

Cuando la evaluación ginecológica cae en manos equivocadas



Sin lugar a dudas en los últimos años se ha incentivado una cultura preventiva entre la población femenina, diversas instituciones de salud ginecológica han lanzado una serie de campañas o paquetes de descuento en evaluaciones ginecológicas, que ayudarían a prevenir la aparición de cáncer en la mujer. Pero ¿qué tan efectivo son estos esfuerzos por combatir el cáncer femenino, que aún viene cobrando la vida de miles de mujeres en el Perú?     

Para el Dr. Giovanni Casafranca Mendoza, Médico Ginecólogo de Oncogyn, se debe saludar y apoyar toda iniciativa para hacerle frente al cáncer ginecológico, pero siempre y cuando las evaluaciones estén en manos de personal capacitado, y que se deje de lucrar de una vez por todas con la salud de la paciente. “Es lamentable que existan centros que por captar el mayor número de pacientes se recurra a exámenes de rutina de manera irresponsable, dando diagnósticos erróneos”.

“Si tomamos como ejemplo la prueba del Papanicolaou, que nos ayuda a prevenir el cáncer de cuello uterino, el proceso correcto es tomar una muestra de tres sitios diferentes: las paredes de la vagina, la parte de adentro del cuello uterino y la parte exterior del mismo; donde el propio ginecólogo hará una palpación del útero, observando las paredes de la vagina, y otros aspectos del cuello uterino; además de detectar anomalías que otra persona por falta de conocimiento y no ser especialista no las va a identificar. La situación se agrava cuando esta misma muestra que debería ser procesada por un patólogo es realizada muchas veces por un tecnólogo médico sin la capacitación suficiente”.

Es importante que las mujeres sepan esta información, no por restar importancia a la utilidad del test de Papanicolaou sino para garantizar la salud de la población femenina. "Nosotros somos conscientes del papel fundamental del Papanicolaou, pero también de algunos errores que pueden terminar en un desenlace mortal”.  

sábado, 19 de julio de 2014

Encuentran origen genético de la Falla Ovárica Pematura


Científicos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de la Universidad de Salamanca hallaron el motivo genético que  causa la Falla Ovárica Prematura (FOP) en las mujeres. Esta patología, que afecta a una de cada 100 mujeres, provoca la pérdida de la función ovárica años antes de la menopausia.
Los científicos analizaron el código ge
nético de una familia consanguínea de Medio Oriente donde se presentaron varios casos de infertilidad entre sus miembros y hallaron que una región en el cromosoma 7q21 que tiene importantes vínculos con la FOP.

Tras la secuenciación del exoma, la fracción del genoma que codifica las proteínas, del ADN proporcionado por dos hermanas dentro de esta familia, una de ellas sana y la otra infértil, hallaron una pérdida de una sola base del gen que codifica a la proteína STAG3, subunidad del complejo de cohesina.

Este estudio permite relacionar las mutaciones en un gen del complejo de cohesina con la infertilidad. Además ha descubierto una relación entre la azoospermia, trastorno que disminuye la producción de espermatozoides, y la Falla Ovárica Prematura pues asegura que serían las dos caras: masculina y femenina, de la misma enfermedad  genética.

Al respecto, el doctor Giovanni Casafranca, especialista en reproducción humana de la Clínica de Fertilidad PROCREAR, este es un gran paso para la medicina reproductiva porque hasta el momento la mayoría de casos de Falla Ovárica Prematura se cataloga como idiopática es decir sin causa clara establecida.

Día a día, la medicina avanza y nos permite conocer más sobre este mal que afecta a tantas personas. Actualmente ya existen métodos por los cuales podemos lograr el ansiado sueño de ser padres. Esperemos que mediante los próximos hallazgos científicos nos den más expectativas positivas respecto al tema.

viernes, 18 de julio de 2014

Las mujeres no pueden vivir sin sus hormonas

Desde muy jóvenes las mujeres experimentan una serie de cambios gracias a las hormonas,  comienza a tener variaciones físicas como consecuencia de su maduración hormonal, aparecen los caracteres sexuales, y más adelante adquieren la capacidad de dar vida.

Para explicar ese ciclo natural de las hormonas, el Dr. Giovanni Casafranca Mendoza, Médico Ginecólogo de Oncogyn, sostiene que, “en la pubertad, la niña comienza a tener cambios físicos, empiezan aparecer los caracteres sexuales secundarios como el desarrollo mamario, el vello pubiano y  la consiguiente adquisición de la capacidad reproductiva”.

“Ya en el periodo ovulatorio predomina una hormona sexual específica (el estrógeno), la mujer se prepara para la ovulación, es un momento de mayor alerta, deseo e instinto sexual, la mujer se siente saludable y con buen ánimo.  Luego de ovular, los ovarios producen otra hormona sexual (la progesterona), esta rige la segunda fase del ciclo menstrual, los niveles de progesterona se mantienen unos 15 días y luego caen para dar origen a una nueva menstruación y así el ciclo se reinicia”, señala el especialista. 

Pero existe una etapa donde se pone fin a las hormonas de manera natural, hablamos de la menopausia, “aquí las hormonas sexuales descienden y se presentan síntomas característicos (bochornos, sequedad vaginal y cambios de humor). Si es el caso no debemos esperar la menopausia para iniciar con una terapia de reemplazo hormonal, ya que si bien muchas veces no se nota, ya los cambios hormonales inician hasta 10 años antes de la menopausia”.

En ese sentido el uso de terapia de reemplazo hormonal es tan beneficioso que mejoramos la calidad de vida de las mujeres, permitiendo que se desenvuelvan activamente en el trabajo, los quehaceres del hogar y la vida de pareja. Hay que recordar que esta terapia de reemplazo hormonal resulta beneficiosa si está indicada por un especialista, luego de un chequeo ginecológico completo, evaluando los factores de riesgo ya que el uso inadecuado de hormonas podría relacionarse también a un incremento de riesgo de cáncer de útero y mama.

martes, 15 de julio de 2014

Menopausia antes de los 40 años




Muchas mujeres antes de cumplir los 40 años ya padecen de bochornos, dolores de  cabeza, mareos, cambios de humor, sequedad vaginal y dolor durante las relaciones sexuales, siendo los típicos síntomas de la menopausia. Se calcula que una de cada 20 mujeres puede adelantar la menopausia. 

Para explicar este panorama que parece alarmante, el Dr. Giovanni Casafranca Mendoza, Medico Ginecólogo de ONCOGYN manifiesta que, “este tipo de casos muy particulares se le conoce como menopausia prematura o precoz, y es producto de causas naturales o provocadas, como la extirpación quirúrgica de los ovarios, infecciones  o por tratamientos del cáncer con quimio o radioterapia.

Otro aspecto a considerar es el componente hereditario, si la madre ha tenido menopausia precoz, las hijas tienen hasta 12 veces más riesgo de presentarla. Y el  fumar cigarrillos y la epilepsia también aumenta el riesgo de presentar este problema.  “Estos cambios en algunas oportunidades puede afectar la calidad de vida de la mujer, proponiendo el uso de hormonas lo más pronto posible a fin de prevenir los problemas típicos de la menopausia, así como disminuir el riesgo de infarto y enfermedades cardiovasculares; pero siempre con la evaluación previa para prevenir complicaciones por el uso de las hormonas”.

Para hacer el diagnóstico de menopausia prematura, “se deben realizar estudios para determinar otras causas de la ausencia de menstruación, como la pérdida extrema de peso, el embarazo, alteraciones hormonales y algunas enfermedades del aparato reproductor, entre otros. También se tienen que realizar análisis de sangre en las distintas etapas del ciclo menstrual para verificar los niveles hormonales”, detalla el especialista.  

Cabe resaltar la importancia de reconocer la menopausia precoz para implementar un tratamiento adecuado que prevenga los problemas más frecuentes asociados a la menopausia: osteoporosis y enfermedades del corazón.

miércoles, 9 de julio de 2014

Fumar en esta temporada aumenta el riesgo de cáncer femenino


En estas épocas de invierno a más de uno le provoca encender un cigarrillo, algunos por vanidad, otros para apaciguar el crudo frio que padece la ciudad; pero lo cierto es que el cigarro puede es  una bomba de tiempo perjudicando su calidad de vida.


Según diversos estudios, fumar aumenta el riesgo de cáncer debido a que los diferentes compuestos del cigarro como la nicotina y los agentes que le dan sabor y textura son potencialmente carcinogénicos. Una vez encendido el cigarro más de 4,000 componentes químicos se liberan, de los cuales 40 son potencialmente carcinogénicos. 
Para el Dr. Giovanni Casafranca Mendoza, Médico Ginecólogo de ONCOGYN, “hay una clara asociación del tabaco con el cáncer ginecológico, las mujeres fumadoras tienen un riesgo de 26 veces mayor de padecer cáncer de cuello uterino que las no fumadoras. En el cáncer de Ovario, existe una asociación entre el tabaquismo y un tipo especial de cáncer de ovario (que es el epitelial). Esta relación aumenta en función del grado de exposición al tabaco. Y el de mayor mortalidad, el cáncer de Mama, un 60% mayor de riesgo en las mujeres fumadoras con respecto a las mujeres que nunca han fumado”.
“No se ha establecido hasta el momento que nivel de consumo de tabaco es inocuo por lo que se aconseja no fumar. Asimismo, las personas que no fuman deben alejarse de los fumadores, ya que si aspiran el humo del cigarro se convierten en fumadores pasivos teniendo los mismos riesgos que las personas que fuman. Es importante realizar actividad física regular y mantener una alimentación balanceada”.
Cabe resaltar la importancia de los chequeos médicos de rutina, y que evalúe en forma integral los órganos femeninos como son la vulva, vagina, útero (cuello uterino y endometrio), trompas, ovarios y mamas. La Colposcopía ayuda a descartar lesiones precancerosas y cancerosas del cuello uterino; Papanicolaou que descarta cáncer de cuello uterino. Así también la Ecografía transvaginal, que descarta lesiones de ovario, endometrio, útero aparte de otras enfermedades, y finalmente la Ecografía Mamaria, que descarta lesiones precancerosas y/o cancerosas.

lunes, 7 de julio de 2014

Cuando el cáncer se oculta para matar




Muchas mujeres entre los 50 y 70 años podrían morir por cáncer de ovario si este se  diagnóstica de manera tardía. Si bien el cáncer de mama y de cuello uterino son los más frecuentes, el de Ovario tiende hacer el más letal entre las mujeres, siendo desapercibido por su falta de síntomas.

Para el Dr. Giovanni Casafranca Mendoza, Médico Ginecólogo de ONOCGYN, el cáncer de ovario se desarrolla sobre todo en las mujeres de entre 50 y 70 años. “Globalmente alrededor de 1 de cada 7 mujeres desarrolla esta enfermedad y es el tercer cáncer más frecuente del aparato reproductor femenino (luego del cáncer de mama y de útero), sin embargo mueren más mujeres de cáncer de ovario que de cualquier otro que afecte al aparato reproductor, y esto está relacionado a que más del 70% de ellos se diagnostican en estadios avanzados ya que la mayoría son asintomáticos hasta que alcanzan un tamaño considerable”.

Con respecto a sus causas, “aún se ignora el origen del cáncer de ovario, sin embargo como en la mayoría de neoplasias hay un componente genético que predispone a la paciente a tener cáncer. Si hablamos de los  factores de riesgo que predisponen a las mujeres a sufrir de cáncer de ovario,  como la edad (después de la menopausia), antecedentes familiares, obesidad, no tener hijos o también por el tabaquismo”, sostiene Casafranca.

“El diagnóstico de cáncer de ovario en sus primeros estadios es difícil de establecer, porque los síntomas habitualmente no aparecen hasta que el cáncer se ha diseminado y porque muchas otras enfermedades menos graves tienen síntomas similares. Casi siempre el diagnostico precoz de un cáncer de ovario se hace de forma casual en una ecografía de rutina o por medio de ecografías seriadas en pacientes con antecedente familiar de este. Pero de forma general la mayoría de veces se detecta en estados avanzados. Por ello es importante los chequeos ginecológicos de rutina preventivos que si salen normales se deben hacer anualmente, pero si se detecta alguna alteración los chequeos pueden ser más seguidos”, detalla el especialista.

jueves, 3 de julio de 2014

Extirpación del útero ¿Una mala práctica en salud ginecológica?






En diversas salas de operaciones, mujeres entre 35 y 49 años, son intervenidas de manera innecesaria realizándose una histerectomía (extirpación del útero), siendo considerada como la primera opción o la mejor ante anomalías ginecológicas, sin tomar en cuenta las consecuencias irreversibles de la paciente.      

Para el Dr. Giovanni Casafranca Mendoza, Médico Ginecólogo de ONCOGYN, el útero, es un órgano de suma importancia no solo por su aspecto reproductivo, sino porque da soporte al piso pélvico, además de producir hormonas que van ayudar al desarrollo del ciclo menstrual. Por lo que se debe agotar todas las posibilidades para conservarla. Se ha observado también que en algunas pacientes al realizarse la histerectomía, el ovario pierde el aporte sanguíneo que recibía de la arteria ovárica experimentando síntomas semejantes al climaterio a edades más precoces. De igual forma también se podrían experimentar alteraciones en la función sexual pues la cicatriz que queda en la cúpula vaginal y el acortamiento de la vagina puede producir dolor durante las relaciones, así mismo disminución de la lubricación vaginal por daño en los nervios de vasos sanguíneos responsables de esto.

Por estos motivos, cuando hay problemas en el útero, no siempre debe extirparse, toda va depender del diagnóstico (cual sea el problema que presente), la gravedad de los síntomas y la pericia del cirujano. “En el caso de los miomas (que es la causa más común de extirpación de útero) muchas veces es suficiente sacar el mioma conservando el útero, y en el caso del prolapso actualmente existen técnicas como el uso de mallas que permiten corregir el prolapso sin necesidad de extirpar el útero. En conclusión solo se extirpará el útero cuando sea clínicamente necesario y este por encima la salud y calidad de vida de la paciente”.