
Después del tratamiento de cáncer de mama es importante realizarse pruebas preventivas para detectar un posible cáncer de tiroides cuyos casos van en aumento.
Según
un nuevo estudio realizado por investigadores norteamericanos del Instituto
Nacional del Cáncer de Vigilancia, Epidemiología y Resultados Finales de Nueva
York, las sobrevivientes de cáncer de mama tienen un mayor riesgo de
desarrollar cáncer de tiroides, dentro de los cinco años posteriores a su
diagnóstico de cáncer de mama.
Los
investigadores señalaron que el reconocimiento de la relación entre el cáncer
de mama y el de tiroides, debe impulsar la aplicación de pruebas de diagnóstico
y evaluación preventivas a fin de detectar el cáncer de tiroides entre los
sobrevivientes de cáncer de mama, cuya incidencia va en aumento.
El
estudio que tiene datos recopilados entre los años 1973 y 2011 encontró 704.402
pacientes con cáncer de mama, 49.663 pacientes con cáncer de tiroides y 1.526
pacientes que desarrollaron cáncer de tiroides después del cáncer de mama. El
cáncer de tiroides es un tumor maligno que aparece y crece en el interior de la
glándula tiroides, encargada de regular el metabolismo del cuerpo, producir
proteínas y situada en la base del cuello. Además se conoce que aunque el tumor
sea eliminado, podría reaparecer con el tiempo y su incidencia aumenta con la
dosis de radiación recibida.
Por
otra parte, este estudio también indicó que las mujeres con cáncer de mama y
que luego desarrollaron cáncer de tiroides eran más jóvenes que cuando se les
diagnosticó el cáncer de mama y que además eran más propensas a tener un tipo
más agresivo de cáncer de tiroides, se detalló que los cánceres eran de menor
tamaño y un menor número de pacientes demandaron tratamiento con yodo
radiactivo adicional.
Se
determinó además, que el cáncer de tiroides se desarrolla en edades más
tempranas que el cáncer de mama, por tanto los sobrevivientes de cáncer de mama
que desarrollaron cáncer de tiroides eran mayores en promedio que aquellos que
sólo padecían cáncer de tiroides.
Detección
y prevención.
El Dr. Roly Hilario Esteban, especialista en reproducción humana, de la Clínica Procrear sostuvo que “las mujeres que sufrieron cáncer de mama y recibieron radioterapia en la zona central del tórax, deben realizarse controles de la glándula tiroides, porque luego de la radioterapia y quimioterapia no se sabe si va a volver el cáncer; se les debe evaluar para ver que el cáncer no aparezca en otros órganos del cuerpo”, agregó.
El Dr. Roly Hilario Esteban, especialista en reproducción humana, de la Clínica Procrear sostuvo que “las mujeres que sufrieron cáncer de mama y recibieron radioterapia en la zona central del tórax, deben realizarse controles de la glándula tiroides, porque luego de la radioterapia y quimioterapia no se sabe si va a volver el cáncer; se les debe evaluar para ver que el cáncer no aparezca en otros órganos del cuerpo”, agregó.
De
esta manera se recomienda que durante los primeros cinco años después de un
diagnóstico de cáncer de mama, los sobrevivientes que recibieron radioterapia
deban someterse a un examen de tiroides cada año.