El mioma uterino es un tumor benigno en el 99% de los casos y solo el 1% se maligniza en cáncer. Los miomas uterinos se presentan entre el 20 y 50% de las mujeres en edad reproductiva y pueden ser identificados por ecografía en el 80% de las mujeres de ascendencia negra y en casi el 70% de las mujeres blancas. La mayor cantidad de miomas se dan entre los 35 y 40 años de edad.
Los miomas uterinos pueden variar, en tamaño, desde una arveja hasta un tamaño tan grande como un melón. En muchos casos existe más de uno.
“Se desconocen cuáles son las causas precisas de los miomas. Se presume que tiene que ver con factores hormonales, genéticos, de crecimiento y de biología molecular. Se piensa que las células del músculo uterino están genéticamente alterados y que estas células tienen receptores estrogénicos aumentados. Por lo que el estrógeno producido por la mujer puede favorecer el crecimiento de los miomas. La obesidad, al estar relacionada con la presencia de niveles altos de estrógenos circulantes, aumenta el riesgo de desarrollar miomas uterinos”, explicó el Dr. Giovanni Casafranca, médico ginecólogo de Oncogyn.
Para detectar los miomas es importante la historia clínica de la paciente y averiguar si presenta signos o síntomas de la presencia de miomas, tales como hemorragias, alteraciones menstruales o dolor durante la menstruación. Realizando un examen físico, se puede detectar el tamaño, la forma y la consis¬tencia del útero, aunque en mujeres obesas, o que no se rela¬jan suficientemente, estas exploraciones pueden resultar difíciles de valorar. De cualquier forma, es preciso confirmar los hallazgos con las pruebas de imagen con una ecografía.
La ecografía transvaginal permite medir el tama¬ño del mioma con mucha precisión, reconocer el número de miomas y hacer una valoración global. También se puede solicitar una tomografía computarizada pélvica abdominal o resonancia magnética nuclear.
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