Muchas mujeres cuando van a hacerse un chequeo mamario, piensan que la ecografía mamaria es igual que la mamografía, y no es así. La ecografía mamaria y la mamografía son pruebas diagnósticas diferentes que utilizan los especialistas en patología mamaria, ginecólogos y asi como los radiólogos, para el estudio de la mama.
La ecografía mamaria es el estudio diagnóstico por ultrasonido, de primera elección, en toda mujer menor de 35 años. Se recomienda su realización para detectar cualquier tipo de patología mamaria, habitualmente benigna, bien utilizada también lesiones pre malignas y malignas. Distingue si los tumores sólidos ó quísticos, por las características ultrasonográficas de cada uno de ellos. Además se utiliza como guía para punciones dirigidas ante la sospecha de cáncer de mama. En muchas ocasiones, el ultrasonido permite realizar un diagnóstico confiable y certero y no requiere estudios adicionales como la mamografía, especialmente cuando la paciente es muy joven, porque muestra una sensibilidad y especificidad muy alta.
En cambio, todas las mujeres mayores de 40 años requieren siempre de una mamografía, que es de tipo radiológico, que además de la ecografía de rutina, que debe realizarse a todas las mujeres desde los 18 años hasta la senectud, la mamografía nos permite el diagnóstico de lesiones precancerosas y cancerosas de la mama con mayor eficiencia. La mamografía es la prueba principal del diagnóstico de cáncer de mama, siendo el método más usado para el estudio de la patología mamaria pre maligna y maligna.
El tamizaje o screening con mamografía es el método más efectivo para detectar el cáncer de mama precoz. Actualmente no existe un programa de tamizaje nacional. El tamizaje mamario es el estudio periódico con mamografía (4 placas) de una población de mujeres asintomáticas. Este procedimiento permite evaluar la estructura y forma de la mama, ayudando a detectar lesiones malignas o premalignas incluso en etapas muy precoces de su desarrollo, de lesiones que no llegan a palparse durante un examen físico de rutina.
Nosotros aconsejamos que mujeres mayores de 35 años de edad se realicen al menos una mamografía anual, sobre todo si hay antecedentes de cáncer de mama. Los resultados mundiales estiman que las mamografías sistemáticas y anuales ayudan a reducir en un 30% la mortalidad por cáncer mamario.
Sin embargo, aun con mamografías bien efectuadas, realizadas por especialistas altamente calificados, un 20 % de casos de cáncer de mama no son visibles mediante este estudio. Algunas veces se deben usar otros estudios importantes como herramientas complementarias (tomografías o resonancias magnéticas), pero nada reemplaza la mamografía como método de screening para cáncer de mama.
En conclusión, la ecografía mamaría no sustituye a la mamografía, debido a que la ecografía tiene incapacidad de detección de las micro calcificaciones sospechosas de malignidad (depósitos de calcio que pueden indicar la presencia de un pequeño cáncer). La ecografía mamaria suele ser un buen complemento al diagnóstico mamográfico.. Solo en el caso de gestantes y mujeres jóvenes, la ecografía mamaria se utiliza como método de diagnóstico inicial en lugar de la mamografía.
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