Aunque este riesgo incremente sólo en las mujeres gestantes que tengan crisis asmáticas graves es importante controlar esta enfermedad respiratoria, antes, durante y después de la gestación
Según reciente estudio canadiense, las crisis asmáticas graves en los tres primeros meses de gestación están asociadas con un aumento del riesgo de que el bebé desarrolle defectos congénitos fetales (malformaciones).
Investigadores de la Universidad de Montreal en Canadá,evaluó la relación entre las crisis asmáticas de mujeres embarazadas y las malformaciones congénitas en fetos. Para ello, analizaron las bases de datos provinciales de Quebec con información de más de 36 mil 500 gestaciones de mujeres con asma diagnosticado dos años antes de uno o más partos.
El estudio señala que un 0,3% de las mujeres tuvo crisis asmáticas graves (con una o más hospitalizaciones) en el primer trimestre del embarazo, mientras que 3,9% de ellas tuvo crisis moderadas (con una o más consultas de emergencia sin hospitalización). La prevalencia de las malformaciones congénitas fue del 19,1% en el primer grupo y del 11,7% en el segundo, comparado con el 12% en el grupo de control (sin hospitalizaciones ni consultas de emergencia).
Otros peligros del asma durante el embarazo
El asma tiende a empeorar durante el embarazo al final del segundo y al inicio del tercer trimestre; sin embargo, las mujeres pueden experimentar menos asma durante las cuatro últimas semanas del embarazo.
Para el Dr. Ernesto Bejarano, Ginecobstetra de la Clínica OncoGyn, si el asma es grave en la gestante, éste va a comprometer la capacidad respiratoria de la mujer, disminuirá la saturación en la sangre lo cual producirá acidosis en la sangre del feto.
“La acidosis es resultado del poco oxígeno en la sangre y aumento del CO2. El sistema nervioso central es muy sensible a la baja del oxígeno y puede dañarse. Si la madre no está oxigenada del todo, entonces el bebe tampoco. Esto trae problemas formativos, y neurológicos.Esta acidosis puede producir daño en el bebe, sobre todo en las primeras 12 semanas, etapa donde se forman todos sus órganos internos”, explica el galeno.
Por otro lado, el asma materna puede acrecentar el riesgo de mortalidad, el bajo peso del feto al nacer o complicaciones en la gestación como retención de líquidos o hipertensión arterial o nacimientos prematuros. Si la madre requiere cortisona (esteroides) orales o por inhalación, el embarazo y su término no parecen afectarse si se controla el asma.
Recomendaciones
De acuerdo con recomendaciones del Congreso Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos, la mayoría de los tratamientos disponibles para el asma, incluidos los broncodilatadores y los corticoesteroides inhalables, son seguros en el embarazo.
“Comúnmente se cree que la medicación antiasmática está contraindicada para las gestantes, sin embargo algunos ginecólogos y neumólogos, aseguran que dicha medicación permite mejorar la calidad de vida de la embaraza y se evita que padezca de crisis severas debido al asma, sin dañar al bebe”, concluye el Dr. Bejarano.
Dato:
- El asma no controlado puede disminuir la cantidad de oxígeno que llega a los pulmones, al pasar a la sangre, le llega al feto a través de la placenta. Este problema puede llevar a una alteración en el crecimiento y supervivencia fetal. El feto requiere un aporte constante de oxígeno para su crecimiento normal y desarrollo, por lo que es muy importante.
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