Esta prueba podría predecir el comportamiento del tumor, advertir tempranamente el riesgo de metástasis y determinar el tratamiento más adecuado para el cáncer de mama.

Todo
tipo de cáncer pierde grandes posibilidades de curación cuando pasa a la fase
de metástasis, es decir, la expansión de éste mal a otros órganos y tejidos del
cuerpo. Detectar una metástasis antes de que se produzca es un reto para los médicos,
hasta ahora sin resolver.
Recientemente,
investigadores de una universidad sueca propusieron un análisis de sangre que
detecta el ADN circulante libre de células, pequeños fragmentos de material
genético de diferentes células presentes en la sangre. En situaciones normales,
circulan por la sangre pequeñas cantidades de dicho material, pero en el caso
de enfermedades como el cáncer, pueden aumentar. Además, en pacientes con
cáncer, el ADN circulante contiene las mutaciones genéticas que son específicas
para cada tumor.
Cabe
resaltar que, la metástasis suele ser detectada tarde, cuando ya ha crecido lo
suficiente como para causar síntomas o ser identificadas. Pero, si pudiera ser
localizada antes, los oncólogos creen que podría ser posible tratar tempranamente
los nuevos tumores y obtener mejores resultados.
Detalles
del estudio
Los investigadores reunieron previamente
material de un estudio sobre cáncer de mama iniciado en 2002. El material
contenía muestras de tumores extirpados quirúrgicamente de pacientes con enfermedad
no metastásica, así como muestras de sangre tomadas de los pacientes a
intervalos regulares durante los años en las que fueron seguidas.
Todas las muestras tumorales contenían muchos
cambios genéticos, que constituían una ‘huella digital’ específica para cada
tumor. A continuación, los investigadores observaron analizaron en las muestras
de sangre la presencia de ADN circulante que tuviera la misma ‘huella digital’.
En
ellas, la presencia de ADN circulante en las muestras de sangre definió la progresión
del cáncer. Es decir, las mujeres que nunca tuvieron una recaída no tenían este
marcador detectable, mientras que todas las que tenían ADN tumoral en la sangre
con el tiempo tuvieron recaídas sintomáticas que fueron diagnosticadas.
Analisis
de ADN circulante reduce agresividad de tratamientos
Además, los resultados también mostraron que
las muestras de sangre reflejaban las metástasis en una etapa temprana. Los
valores de ADN circulante en las muestras de sangre identificaron las
metástasis en un promedio de 11 meses antes de ser detectadas mediante
procedimientos clínicos estándar. En algunos casos, el análisis de sangre
identificó la metástasis tres años antes. Esto indica que si se pudiera
encontrar las recurrencias del cáncer mucho antes, se podría tratar con mayor
éxito.
Antes
de que el ADN circulante se convierta en un marcador clínico de metástasis en
cáncer de mama, los investigadores reconocen que debe hacerse un estudio con
más pacientes. Si se demuestra su valor, además de identificar precozmente las
metástasis, también podría ayudar determinar el tratamiento más adecuado; es
decir, si se sabe qué mujeres no van a tener una recaída, bastaría con un
tratamiento menos agresivo.
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