Pueden expandirse por todo el cuerpo con una duración de dos a cuatro minutos y pueden aparecer una o dos veces al día o en algunos casos, una vez por hora durante el día y la noche
Una de las molestias más comunes que afectan a la mujer que atraviesa por la etapa de la menopausia son los bochornos, sofocos o acaloramientos. Para evitar que aumenten su intensidad es necesario evitar la ingesta de bebidas calientes, alcohólicas o con cafeína.

Según múltiples estudios, más del 81% de las mujeres que sufre grandes aumentos de temperatura, sudoración y enrojecimiento tenía además síntomas de insomnio crónico, sueño poco reparador e insatisfacción con los patrones de sueño.
Alimentación, estrés y temperatura ambiental influyen en los sofocos
Generalmente los sofocos pueden producirse por estrés emocional, comidas abundantes, consumo de alcohol y cambios bruscos de la temperatura corporal o ambiental. La mayoría de las mujeres los padecen durante un promedio de dos a cuatro años aproximadamente.
Tratamientos eficaces
A la fecha, el tratamiento más eficaz contra los bochornos es la Terapia de Reemplazo Hormonal (TRH) la cual ayuda a contrarrestar el insomnio y los cambios de temperatura corporal.
El tratamiento con estrógenos no sólo alivia los sofocos nocturnos, sino que ayuda a mejorar otros síntomas como alteraciones del estado del ánimo, irritabilidad, fatiga y depresión.
Recomendaciones
El Dr. Dueñas menciona que para evitar o disminuir los bochornos se debe mantener una temperatura ambiental baja, colocarse toallitas húmedas o frías en el cuello durante los sofocos y todo hábito conocido que incremente el bochorno, por ejemplo, el fumar.
“Ventilar los ambientes de la casa durante el día y la tarde para que la temperatura sea fresca. Aunque sea época de frio o invierno, procurar no abrigarse mucho”, concluye el galeno.
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