Niños alimentados con leche materna están menos expuestos a desnutrición, muerte y a enfermedades infecciosas que el niño alimentado en forma artificial.

“Los niños amamantados tienen menor probabilidad de presentar
infecciones respiratorias o urinarias. A largo plazo, presentan una menor
frecuencia de desarrollar dermatitis atrófica, algunos tipos de alergia, asma,
enfermedades inflamatorias intestinales, obesidad y esclerosis múltiples. En
las madres, la lactancia reduce el riesgo de fracturas de columna y de cadera
en la postmenopausia. También disminuye la incidencia de cáncer de ovario, de
útero y de mama, artritis reumatoide, hipertensión y algunos problemas
psicológicos como ansiedad y depresión”, explica la Dra. Cristina Bravo
Espinoza, ginecóloga de la Clínica Oncogyn.
Leche materna: protección natural para el niño
La leche materna contiene cerca de un 88% de agua, lo cual
aporta la cantidad de líquidos que el niño necesita para satisfacer sus
necesidades hídricas, sin necesidad de darle agua. La cantidad de proteínas que
posee la leche es de las más bajas en los mamíferos, pero es la adecuada para
la función renal del bebé pues son las más digeribles.
Además, la leche materna
está compuesta por 200 diferentes ácidos grasos, cantidad que es imposible de
alcanzar con una fórmula infantil. También es rica en ácidos grasos
poliinsaturados de cadena larga, fundamentales para la trasmisión de los
impulsos nerviosos y en la maduración de la retina.
En el caso que la madre presente mastitis puerperal, que es
una inflamación de las glándulas mamarias que ocurre durante la lactancia
materna causada por gérmenes, éstos no pasaran al bebé debido a que la leche
materna tiene anticuerpos que lo protegen de posibles infecciones. Además, la
acidez del estómago del bebé se encarga de destruir las bacterias y toxinas
ingeridas. Por lo tanto, la lactancia materna durante la mastitis puerperal no
sólo es permitida, sino también plenamente indicada.
“Si la mujer es portadora de VIH o hepatitis B y algunos
casos de Ébola, para ellas está contraindicada la lactancia materna. Salvo esas
3 indicaciones, no hay ninguna otra contraindicación para dar de lactar a sus
hijos”, precisa la especialista de Oncogyn.
Finalmente, la Dra. Bravo Espinoza menciona que no existe
ningún tipo de alimento en especial, que estimule el aumento o la calidad de la
leche materna. Simplemente recomienda que la madre tenga una alimentación
balanceada consumiendo vitaminas, proteínas y minerales.
Datos:
- El hierro de la leche humana se absorbe en un 49%, el de la
leche de vaca un 10% y el de las fórmulas enriquecidas con hierro solo el 4%.
- La alta concentración de lactosa en la leche humana facilita
la absorción de calcio y hierro. Esto promueve la colonización intestinal de
flora bacteriana que al mantener un ambiente ácido en el intestino, inhibe el
crecimiento de bacterias, hongos y parásitos.